domingo, 2 de julio de 2017

Cómo detectar mentiras. Una virtud y un peligro

Todos mentimos. Esta es una  máxima que si bien nos negamos a reconocer, en nuestro fuero interno sabemos que es cierta. Los motivos por los que lo hacemos son múltiples y en muchas ocasiones, el recibir una mentira puede ser positivo para nuestros propios intereses.

El convertirse en un experto en el arte de leer e interpretar el lenguaje verbal y no verbal comporta el disponer de una herramienta poderosa que, de no ser utilizada adecuadamente, resultaría peligrosa e incluso, negligente. Por una parte, se invade la intimidad más preciada del individuo al acceder a sus verdaderas emociones. Por otra, se genera el deber de respetarlas y hacer de esta virtud, un camino para mejorar la comunicación entre las personas. 

Resulta atractivo el llegar a sentir la capacidad de “desnudar” a nuestro semejante. Nos hace poderosos y dominadores de las situaciones a las que nos enfrentamos, pero el mensaje que debemos marcarnos a fuego, es que lo importante en todas nuestras interacciones no es detectar las mentiras, sino buscar la verdad.

Somos una Licenciada en Medicina y un Negociador de Incidentes de la Guardia Civil (miembro de la UCO). Hemos tenido la maravillosa oportunidad y el privilegio de formarnos y especializarnos en algunas de las disciplinas más novedosas en este sentido. Ambos somos Sinergólogos y Técnicos en Morfosicología. Además, acabamos de finalizar nuestra formación en ETaC (Técnica de Validación de la Veracidad y Autenticidad), por parte del Paul Ekman Group. En nuestra 
actividad profesional, nos encontramos con la posibilidad de interactuar con personas y aplicar nuestros conocimientos en la materia. Sin embargo, partimos de  la base del principio de veracidad que nos permite ayudar a nuestros semejantes y no a condenarlos a un juicio cuyo sinsentido puede destrozar sus vidas.

Un médico tiene la obligación de tratar a sus pacientes. Tiene que recibirlos bajo la absoluta convicción de encontrarse delante de una persona que necesita de su virtuosidad como galeno. No podemos, bajo ningún concepto, prejuzgarlo. Nuestra mente abierta y nuestro espíritu limpio, nos debe llevar a utilizar nuestra pericia en el uso de herramientas que nos acercan a sus pensamientos y a sus emociones, para conseguir su confianza y su apertura. En estas condiciones, podemos acceder a los motivos reales por los que nos necesita. De esta manera y sólo de esta, llegamos a la verdad de cada individuo. La mentira no es más que el descarte de una verdad. Cualquier médico cuya intención sea detectar si su paciente le está engañando, estará dejando de lado su  responsabilidad, pudiendo llegar a perjudicar o dañar la vida de aquel al que tiene obligación de cuidar y sanar.

Un Guardia Civil o Policía tiene el deber de velar por la seguridad de cada ciudadano y, por tanto, de cada individuo como persona. La Ley establece que todos somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario. Esta premisa nos obliga a actuar sin prejuicios en cada una de nuestras intervenciones. Si partimos de la base contraria, estaremos contraviniendo este principio fundamental. Cuando buscamos una mentira, nuestro foco nos impide ver cualquier indicio de veracidad por lo que estamos privando al individuo de la posibilidad de defenderse. Si nuestra mente se mantiene abierta y nuestro espíritu limpio, no dejamos escapar señales que resultarán imprescindibles para una actuación justa.

En definitiva, jamás podremos partir de la base de un posible engaño o de un fraude, sino desde la oportunidad de abrirnos a una comunicación plena y con el uso de cada uno de nuestros sentidos.

“Me esfuerzo por mejorar el entendimiento de la gente sobre su vida emocional y ayudo a aquellos responsables de la seguridad pública trayendo los descubrimientos que hago y convirtiéndolos en herramientas y programas de formación, en base a un estudio bien fundamentado acerca de la naturaleza de nuestras emociones, la confianza y el engaño. Seguiré con este trabajo con el fin de contribuir a nuestra meta de un mundo más compasivo, seguro y consciente emocionalmente al hacer que este trabajo sea accesible a todos” Paul Ekman.


Cristina Jiménez García. Médico
Juan Manuel García López. Guardia Civil


              


                

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