
¿Qué le ocurre a nuestro cerebro en esos momentos?
Ante situaciones nuevas de incertidumbre o crisis, la realidad cambia con respecto a cómo la veíamos anteriormente. Ya no nos sirve nuestro mapa previo y, en ese momento, se pone en marcha uno de los dos mecanismos que nuestro cerebro utiliza para que nos podamos enfrentar a ella.
El mecanismo más interesante es el de la ADAPTACIÓN. Éste es el que nos ha permitido evolucionar a lo largo de la historia y se alimenta fundamentalmente de nuestro interés por sobrevivir en situaciones que nos son novedosas. Todos los mecanismos cerebrales se ponen en marcha y se acrecienta nuestro ESPÍRITU EXPLORADOR, para poder investigar el nuevo entorno; nuestra capacidad de ATENCIÓN para obtener más datos de la realidad que nos rodea; mejoramos nuestra capacidad de APRENDIZAJE para cometer menos errores y aprender de los que no podamos evitar y se estimula nuestra CREATIVIDAD. Todo esto tiene lugar por un cambio drástico de nuestro funcionamiento cerebral.
Todos aquellos que perciban esos cambios como una oportunidad para reinventarse, se adaptarán con más facilidad y serán los que tendrán más oportunidades de sobrevivir y triunfar.
Cuando este cambio de situación lo percibimos como una agresión directa hacia nuestra persona, nuestros pensamientos negativos estimulan de forma mantenida una estructura de nuestro cerebro que también se pone en marcha en situaciones como las de el ataque por parte de un animal salvaje.