lunes, 25 de marzo de 2013

"Soy el amo de mi destino, soy el capitán de mi alma". Entrevista a Nelson Mandela

Nelson Rolihlahla Mandela nació en Transkei, Sudáfrica, en 1918. Permaneció encarcelado durante 27 años por su compromiso con la resistencia contra las políticas del Aparheid. Liberado en 1990, fue envestido como el primer presidente elegido democráticamente en Sudáfrica en 1994. Premio Nobel de la paz en 1993.

Mandela nos ha enseñado, entre muchas otras cosas, que cuando tenemos un propósito en la vida, éste se convierte en nuestro timón y nos permite mantener la fuerza suficiente para luchar contra los inconvenientes que se nos presentan.

Esta entrevista (ficticia), recoge palabras reales del  gran Mandela que en algún momento de su intensa vida, nos ha trasladado. Son palabras de un hombre sabio que convirtió en realidad su más ansiado sueño: liberar a su pueblo de la opresión del racismo, usando como arma, la confraternización.

No os perdáis el vídeo de la entrevista

Sr. Mandela, ¿cómo ha conseguido utilizar las palabras como una de sus herramientas para conseguir la armonía de su pueblo?

Si veintisiete años en la cárcel me han enseñado algo, ha sido llegar a entender, desde el silencio de la soledad, hasta qué punto las palabras son preciosas y hasta qué punto el lenguaje verdadero tiene su impacto en la forma en que la gente vive y muere.

Durante esos veintisiete años, ¿tuvo miedo alguna vez?

Hubiera sido un acto de traición contra el pueblo y contra nuestra conciencia permitir que el miedo y el impulso de conservación dominaran nuestro comportamiento, obligándonos a dejar de participar en la lucha por la democracia y los derechos humanos.

Cuando fue nombrado presidente consiguió que el posible deseo de venganza de la población negra, se contuviera. ¿Cómo lo hizo?

Inauguramos un pacto por el cual construimos una sociedad en la que todos los sudafricanos, blancos y negros, pudieran andar erguidos, sin ningún temor en sus corazones, seguros de su derecho inalienable a la dignidad humana: una nación arco iris en paz consigo misma y con el mundo.

Cuando mira hacia atrás en el tiempo, ¿cómo se siente?

El pasado es un recurso rico que podemos aprovechar para tomar decisiones sobre el futuro, pero no dicta nuestras elecciones. Deberíamos volver la mirada hacia el pasado, seleccionar lo que es bueno y dejar atrás lo que es malo.

En su larga lucha contra el racismo, ¿qué es lo que considera que ha aprendido?

Nadie nace odiando a otra persona por el color de su piel, o por su origen, o por su religión. La gente tiene que aprender a odiar, y si pueden aprender a odiar también se les puede enseñar a amar, porque el amor llega al corazón humano de forma más natural que el odio.

¿Cual ha sido su mayor inspiración?

Mi inspiración son hombres y mujeres que han aparecido por todo el planeta y que han elegido el mundo como teatro de sus operaciones, y que luchan contra condiciones socioeconómicas que no colaboran en absoluto en el progreso de la humanidad. Hombres y mujeres que combaten la supresión de la voz humana, la enfermedad, el analfabetismo, la ignorancia, la pobreza y el hambre. Algunos son conocidos, otros no. Esa es la gente que me ha inspirado.


¿Qué le diría a los jóvenes de hoy? ¿Qué mensaje les transmitiría?

Sed los guionistas de vuestro destino y caracterizaos como estrellas que muestran el camino hacia un futuro más brillante.



 Fuente: "Nelson Mandela por sí mismo. El libro de citas autorizado"








Vídeo con la entrevista:

domingo, 17 de marzo de 2013

¿Qué has hecho esta semana?

Quiero hacerte una pregunta: ¿qué has hecho esta semana? Puede que tu respuesta sea: "lo mismo que todas las semanas" o, por el contrario, "he probado algo nuevo que me ha hecho mucha ilusión" o, incluso, "he intentado hacer algo nuevo pero he fracasado".

Si tu respuesta ha sido: "lo mismo que todas las semanas", te aconsejo que reflexiones: ¿es así como realmente quieres vivir? Es cierto que la esperanza de vida de los humanos crece con el desarrollo de la ciencia pero también es cierto que cuando decimos que la esperanza de vida de una persona es de 80 años, tendríamos que pensar si realmente vivimos 80 años o sólo 1 año repetido 80 veces. ¿Qué opinas?

Si tu respuesta es, por el contrario: "he probado algo nuevo que me ha hecho mucha ilusión", te pediría que reflexionaras sobre lo que has experimentado y lo que has sentido. La energía que nos genera una actividad nueva ilusionante nos permite encarar la vida con impulso, decisión y alegría. Todas las semanas deberíamos proponernos una actividad nueva que aporte valor a nuestra vida.

Por último, si lo que te ha sucedido es que has probado algo y sientes que has fracasado, piensa que el fracaso es la mejor manera de conseguir el éxito. Sí, como lo estás leyendo. Si no fracasas, no aprendes; si no aprendes, no creces; si no creces, no alcanzas el éxito.

Por tanto, HAZLO y si no lo consigues a la primera, aprende de lo que has hecho y vuelve a HACERLO. Es vital que no te arrepientas nunca por no haberlo intentado y quedarte con la incertidumbre de lo que habría pasado.

Este vídeo te muestra personas que fracasaron muchas veces. Espero te resulte inspirador.



miércoles, 13 de marzo de 2013

"Paradigmas" de la vida

Un paradigma es la forma en que vemos las cosas desde nuestro punto de vista. Para nosotros es una verdad inmutable.
Nos cuesta mucho aceptar que no tenemos la razón en algo que creemos a pies juntillas. Cuando alguien nos dice: ¡estás equivocado!, nuestros resortes internos se alteran, nos invade un fuego interior que se precipita a escaparse por cualquier poro de nuestra piel y reaccionamos automáticamente como si nos hubieran agredido literalmente.
Nos sentimos atacados y contraatacamos o nos defendemos. Sin embargo, muchas veces no somos siquiera conscientes de que nuestros paradigmas pueden limitarnos en nuestro crecimiento ya que, al resultar verdades inmutables, nos convencemos a nosotros mismos de que no se pueden cambiar.
Te ofrezco la posibilidad de conocer cuales son nuestros paradigmas más frecuentes y cómo podemos manejarlos.

Paradigmas sobre nosotros mismos.

¿Cuantas veces te has dicho: "no soy capaz de hacer ese tipo de cosas"? Tal como pienses y te digas, así actuaras. Si piensas que eres tonto, actuarás como un tonto. Creemos que nuestras palabras no significan nada y, sin embargo, son la expresión de nuestras conexiones neuronales y, por tanto, las que nos mueven. Nuestras mayores limitaciones nos las imponemos nosotros mismos.
¿Cómo vencerlo?
Un consejo: apóyate en aquellas personas que habitualmente te animan y que tú sabes que, con sus palabras y actuaciones, te impulsan y te retan día a día.

Paradigmas sobre los demás.

¿Cuantas veces has juzgado a un compañero, un vecino e incluso un amigo, dando por sentado que es una persona antipática, grosera o insufrible? Este paradigma nos lleva a alejarnos de personas que, sin embargo, podrían ser importantes para nuestro crecimiento o, incluso, para nuestra felicidad. La mayor parte de las ocasiones creamos estos juicios sin apenas información o dejándonos llevar por lo que dicen otras personas.
La mejor manera de vencer este paradigma es comunicándonos más; no dando por válidas aquellas cuestiones que no hemos contrastado nosotros mismos y, sobre todo, aprendiendo a escuchar y a colocarnos en el lugar de las otras personas.

Paradigmas sobre la vida

¿Qué es lo que te impulsa en la vida? ¿En qué piensas casi todo tu tiempo? ¿Qué o quién es tu obsesión? Lo que sea más importante para ti será un paradigma y se podrá convertir, si no actúas con precaución, en el centro de tu vida. Estos centros suelen ser:

                  Tus amigos

Los amigos son importantes pero no debes centrarte en ellos. Cada persona tiene su propia vida y, como tal, su propio futuro. Si te centras el ellos, tu personalidad se verá influenciada y podrás estar viviendo la vida de otros y no la tuya propia. Recuerda que tú eres el protagonista de tu vida y por eso, no debes permitir que nadie decida por ti lo que debe ser tu vida y cómo debes actuar en cada momento.

                    En cosas

Vivimos en un mundo material en el que en ocasiones creemos que es más el que más tiene. Centramos nuestra vida en conseguir posesiones pensando que, de esta manera, somos mejores. Recuerda que el valor de lo material es temporal y no duradero.
La solución consiste en crecer y mejorar nosotros mismos. Invertir en nuestro crecimiento es más valioso que gastar en objetos que, más tarde o más temprano, desaparecerán de nuestras vidas.
Si lo que soy es lo que logró y lo que logró se pierde, ¿entonces quién soy? Anónimo.

                    En la pareja

Cuando nos enamoramos somos capaces de entregar nuestra alma y nuestra vida a la otra persona. Esto convierte la relación, en ocasiones, en una lucha por poseer el control de todo lo que hace y siente nuestra pareja. Nos podemos llegar a convertir en la sombra literal de la misma e invadimos su más absoluta intimidad. Lo irónico de todo esto es que mientras más centras la vida en otra persona, menos atractivo resultas para la misma. La independencia es más atractiva que la dependencia. Centrar tu vida en otra persona no demuestra que la ames, sino sólo que dependes de ella.
Intenta compartir y respetar el espacio vital de la otra persona, al mismo tiempo. Comunícate francamente con ella y recuerda que cada uno posee su propia identidad y que, por tanto, es libre para elegir.


                  Otros posibles centros.

Deportes, pasatiempos, personajes famosos, el trabajo, etc. Todos estos centros existen para muchas personas. Cualquier sentimiento de frustración que no podamos controlar, nos puede desestabilizar. Debemos mantener una vida equilibrada y si somos capaces de construir nuestro crecimiento, podemos disfrutar de cada una de las parcelas de la vida sin que ninguna de ellas signifique un lastre para nosotros.

"Sé feliz; sé tú; sé protagonista de tu vida"






sábado, 2 de marzo de 2013

Millenials, la generación del futuro

 ¿Lo que haces en la actualidad es algo que te apasiona?

Millones de personas se encuentran en estos momentos haciendo aquello que realmente les hace felices. Para ellos, el trabajo deja de ser trabajo y disfrutan de cada momento de sus vidas. Os preguntaréis a qué me estoy refiriendo, ¿verdad? En la vida tenemos que trabajar para subsistir y el trabajo, por sí mismo, tiene la capacidad de volvernos locos; lo mejor del trabajo, diréis, son las vacaciones.

Pero todo esto está cambiando. La manera en la que nos desarrollamos, la forma de relacionarnos y de comportarnos en la sociedad, es ahora diferente. El presente y el futuro es de los "Millenials", también conocidos como "Generación Y". La gran mayoría de ellos ya planea o posee su propio negocio; debido a su mentalidad digital, fluida y colectiva, están provocando cambios cada vez más evidentes en la forma de entender el trabajo.

Hagamos un poco de historia:

En los años 60 y 70, para los "Baby Boomers", generación nacida tras la postguerra, las instituciones representaban la estabilidad que todos deseaban. El espacio de trabajo se limitaba a la oficina; se fichaba la entrada y la salida y nadie se llevaba trabajo a casa. Las responsabilidades eran individuales y muy específicas. Las aspiraciones se limitaban a llegar a ser un buen empleado en la compañía y responder a la jerarquía de la empresa. Una vez que elegían una carrera, la vida laboral se centraba en ella y disponer de empleo garantizaba el estatus social. Se trataba del primer paso para poder formar y mantener posteriormente a una familia. Los mayores enseñaban a los jóvenes y los años de experiencia permitían el crecimiento dentro de la empresa. Los trabajadores mantenían disciplinas férreas y el sacrificio les garantizaba, en cierta medida, la recompensa.

Posteriormente, la "Generación X" redefinió la relación entre trabajo y recompensa. Seguros, extrovertidos, competitivos y persiguiendo continuamente el crecimiento, siempre a la caza de las mejores propuestas. Una idea rentable podría colocarles fácil y rápidamente en puestos de liderazgo. La experiencia es menos importante y se persigue el ser independientes
profesionalmente y destacar de manera individual. Se apoyan en títulos MBA´s para marcar la diferencia con sus competidores. Un buen guardarropa y una tarjeta de crédito ayudan a cerrar grandes negocios y a expandir la red de contactos. El plan de trabajo se define sobre la base de encontrarse en el lugar y en la hora correctas en cada momento. Se mezcla la vida personal y el trabajo y el "adicto al trabajo" se convierte en objeto de admiración. Se persigue alcanzar puestos directivos en el más corto espacio de tiempo y a edades más tempranas.

Sin embargo, cada vez tenemos todos más claro que es más importante disfrutar del camino que el conquistar una meta. En una época en la que el placer determina la dimensión de los logros profesionales, los Millenials saben reconocer perfectamente las oportunidades que conectan la pasión con el trabajo.

               EXITO = PLACER


 La economía creativa, las nuevas profesiones, el boom de la actividad emprendedora y la nueva fuerza colectiva están estableciendo un brillante e inédito escenario. No sorprende que los Millenials sean tan impacientes; la velocidad con que se conectan al mundo marca el ritmo de sus relaciones laborales. Proyectos que solamente marcarán diferencias a largo plazo no les estimulan; necesitan un constante feedback para sentir que sus esfuerzos están siendo reconocidos. La pirámide tradicional de las compañías, no les sirve. Se entusiasman trabajando con otras generaciones pero desde una base de igualdad y respeto mutuo. Lo interesante resulta del intercambio de conocimientos sin importar la edad. Encuentran la fortaleza en descubrir las cosas por sí mismos. Es natural para ellos diversificar los canales de comunicación y buscar fuentes informales de información, en lugar de elegir simplemente una carrera universitaria. Al final, el compromiso profesional es algo que emerge de forma natural, de las experiencias de los comportamientos. Además de disponer de un empleo, lo importante es contar con un propósito que pueda ser llevado adelante. Movilidad, espacios de trabajo compartidos, home-office y la posibilidad de administrar sus propios horarios, hacen que el trabajo esté siempre presente en cualquier momento y en cualquier lugar. Personas con diferentes estilos tienen más libertad para ejercitar sus talentos y hasta los más introvertidos pueden convertir sus ideas en negocios millonarios. Puedes quedarte en pijama en tu casa mientras te mantengas atractivo y actualizado en tu perfil de las redes sociales. La motivación se incrementa con la adquisición de nuevas habilidades; se entusiasman con un mundo abierto donde probar cosas nuevas; necesitan sentirse autónomos y les encanta el desafío de colaborar y crear colectivamente; pueden cambiar de dirección con rapidez y desapego. Se trata de vivir mejor el presente sin la necesidad de tener el control sobre el futuro. El éxito será de aquel que sepa adaptarse mejor a los cambios.

En conclusión: si no estás haciendo ahora mismo lo que realmente te apasiona, empieza cuanto antes. El reloj está en marcha y tu vida tiene prisa. ¡Descubre tu propósito en la vida y hazlo realidad!

Amar tu trabajo te pone en movimiento. Es la única manera de vivir una vida plena, TODOS LOS DÍAS