Saray es una grandísima amiga mía. Tiene un talento muy especial pero, sobre todo, es una bellísima persona, con un grandísimo corazón. Toda la pasión que muestra cuando canta la transmite de igual manera en los actos de su vida y eso la ha llevado a ser muy querida por todos los que las conocemos.
En esta entrevista nos muestra como vive su gran pasión por la música y nos deja grandes titulares de lo que significa luchar por lo que realmente se desea en la vida.
Al final de la entrevista, podéis ver el audiovisual, como en otras ocasiones.
Cuéntanos como llegaste a amar la música y desde cuando es ésta tu pasión.

¿Tuviste que renunciar a algo para perseguir tu sueño?

¿Te has sentido respaldada por tu familia?
Todo el tiempo. Todos los miembros de mi familia me apoyan y eso es tan necesario para alguien que vuelca su vida en una disciplina como el talento en sí. De hecho, es probable que si mis padres no hubieran destacado mi capacidad para cantar, yo ni siquiera hubiera reparado en ella, y puede que a día de hoy me dedicara a algo diferente.
¿Qué meta te planteas como objetivo de vida?
Seguir cantando y realizando todos los proyectos tal y como los tengo en mi mente. No arrepentirme del resultado de lo que vaya saliendo y ser fiel a mí misma en todo momento. Y, con suerte, a través de la música, de mi voz, de mi trabajo, llegar a alguien y hacerle soñar como me hicieron soñar a mí miles de intérpretes.

Pienso muy bien las cosas antes de hacerlas, así que no me arrepiento de nada. Hay cosas que uno puede mejorar, por supuesto, pero incluso todo lo malo que haya podido pasarme me ha servido de experiencia para ser no sólo una mejor profesional sino mejor persona.
¿Cómo te sientes al perseguir tu sueño?
Es una relación extraña la mía. Digamos que para mí, estar sobre el escenario, cantando lo que quiero, es como una especie de diminuto encuentro conmigo misma. Y en ese encuentro, que puede durar como mucho una hora y media o dos, eres pleno, tienes todo. Estás descubriéndote y al mismo tiempo reconociéndote. Es muy abstracto. En realidad no podría describir lo que siento en ese instante, a pesar de las caídas que te encuentras por el camino, resulta tremendamente gratificante.
¿Cómo es el día a día de una apasionada de la música?
Normal. Parecido a cualquier día. Me levanto y al igual que alguien que tiene que acudir a su trabajo, yo empiezo con mi tarea vocal. Hay días que canto durante dos horas y días en los que me paso hasta diez; depende de la inspiración. Si tengo actuación o algún compromiso profesional, el día entero gira en torno a esa actividad y si no, pues indago sobre alguna técnica vocal nueva, o escucho canciones y canciones... Podría decirse que vivo un poco obsesionada con la música. Deliciosa obsesión.
¿En qué estás trabajando ahora?

¿Eres feliz?
Siento que sí. No necesito más para vivir. Tengo familia, amigos, gente que me quiere y a la que quiero. Tengo salud y los míos también. Me dedico a lo que me llena y de momento puedo seguir así, por lo que tengo motivos para sentirme plenamente feliz.
Si pudieras aconsejar a los jóvenes que no se atreven a poner en marcha sus sueños, ¿qué les dirías?
Que tengan clara su visión de sí mismos en el futuro. Si te visualizas, como es mi caso, en ser cantante, lo serás. La tenacidad y la ilusión te llevan directamente a conseguir un propósito. No sé si será igual para todo el mundo, pero yo tengo eso muy presente y así siento que cada vez estoy más y más cerca de mi objetivo. Tal vez llegue el día en que alcance el objetivo y ni sea consciente de ello pero está claro que si no luchas por lo que quieres, nadie lo hará por ti. El mundo no es gratis y no regala nada.
Entrevista audiovisual
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