martes, 25 de septiembre de 2012

Mucho tenemos que aprender. Fracaso de los sistemas educativos de nuestro país

 ¿Qué entendemos en nuestro país por "reducir el fracaso escolar"? Tal vez se trate de reducir el % en la tasa de de abandono de los estudiantes. ¿Se tendrá en cuenta la tasa de abandono por problemas económicos de las familias que no puedan mantener a sus hijos en las escuelas y en las universidades?

La Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) es la séptima reforma en profundidad del sistema educativo español de la democracia. Nace bajo unos recortes presupuestarios impresionantes y pretende reducir el fracaso escolar, como uno de sus principales objetivos.

Particularmente considero que nuestro objetivo debería ser el de conseguir mejorar la calidad real de nuestros sistema educativo y esto tiene que empezar por la base. Las casas se construyen desde los cimientos y queremos empezarla por las ventanas o, incluso, por el tejado.

El sistema educativo finlandés está considerado el mejor sistema educativo europeo con una tasa de abandono ínfimo y con un nivel máximo en todas las pruebas de capacitación de los alumnos.

Dicen que es más fácil copiar que inventar pero está claro que en nuestro país se requeriría una reforma tan integral que probablemente asusta a los gobiernos de turno. Los resultados de una buena reforma precisan muchos años para obtener sus frutos y es complicado que lo efímero de los partidos políticos en los sucesivos gobiernos promueva lo que sería, probablemente, un giro de 180 grados a la situación actual.

El sistema educativo finlandés esta conformado por tres subsistemas: familiar (con gran cantidad de ayudas y apoyo económico y social a las mujeres con hijos), escolar y recursos culturales (bibliotecas, ludotecas, cines, etc); todos ellos cuidados con mimo para que sean pilares fundamentales del crecimiento de las personas. Los tres subsistemas se interrelacionan de tal manera que sería imposible entender uno sin considerar a cualquiera de los otros dos.

lunes, 17 de septiembre de 2012

Os voy a contar un cuento


Hoy os voy a contar un cuento. 

No es un cuento mío, aunque me habría encantado haber sido su autora. Cuando lo leí, me pareció una de las historias más hermosas que había pasado por mis manos y con ella quiero compartir el valor que tiene el apoyo y la confianza en el crecimiento de las personas.

Se trata de una historia conmovedora, escrita por Elisabeth Silance Ballard en 1976. Seguro que os va a gustar.

Su nombre era señorita Thomson. Allí, plantada frente a su clase de quinto grado en el primer día de escuela, les dijo a los niños una mentira. Como la mayoría de maestros, los miró y les dijo que los quería a todos por igual. Sin embargo, aquello no era posible porque allí, encogido en su asiento de la primera fila, estaba un pequeño llamado Teddy Stoddard. La señorita Thomson había estado observando a Teddy el curso anterior y se había dado cuenta de que no jugaba bien con sus compañeros, de que su ropa estaba hecha un lío y de que siempre parecía necesitar un buen baño. Por si todo eso fuera poco, Teddy también sabía como mostrarse desagradable. Llegó un momento en que la señorita Thompson disfrutaba realmente poniéndole malas notas a Teddy y llenando sus deberes de grandes equis rojas, con una gran "M" del mismo color en la misma página.

En la escuela donde la señorita Thompson trabajaba era obligatorio revisar los informes anteriores de cada alumno, aunque ella relegó el de Teddy para el último momento. Sin embargo, al revisar el expediente del niño se topó con algo totalmente inesperado. La maestra de primero había escrito: "Teddy es un niño brillante,de risa fácil. Hace sus trabajos pulcramente, tiene buenos modales... es una delicia tenerle en clase". La maestra de segundo, por su parte, había reseñado lo siguiente: "Teddy es un alumno excelente y muy apreciado por sus compañeros, pero tiene problemas porque su madre está aquejada de una enfermedad terminal y la vida en su casa no debe ser muy fácil". Las observaciones del maestro de tercero decían de Teddy: "La muerte de su madre ha sido un duro golpe para él. Hace lo que puede, pero su padre no parece demostrar demasiado interés por él y, si no se toman pronto cartas en el asunto, la vida en su casa acabará afectándole". La maestra de cuarto había escrito: "Teddy está encerrado en sí mismo y no demuestra demasiado interés por la escuela. No tiene demasiados amigos y a veces, se duerme en clase.

domingo, 9 de septiembre de 2012

Un talento del "arte oscuro". Entrevista a Michael Duncan


Hoy tenemos como invitado a Michael Duncan. Michael es un artista de 31 años, natural de Colón (Panamá). Tiene un talento natural para las artes, fundamentalmente la literatura y particularmente del género oscuro (vampirismo). No os perdáis esta interesantísima entrevista escrita y en audiovisual.

Hola Michael. Me consta, por lo que me has contado, que eres un apasionado del arte y de la literatura, ¿Que modalidad es la que desarrollas?
Antes de nada, quería darte las gracias por la entrevista. Y sí, el arte es algo que admiro muchísimo desde niño; la música, el cine, la fotografía. Te confieso que soy muy malo para dibujar pero en verdad disfruto mucho con el trabajo de otros artistas nacionales e internacionales con grandes talentos. La literatura es algo más personal, de todas las artes que admiro es la que practico con gran devoción y con la que en verdad me siento muy identificado. La modalidad que desarrollo en este momento es la literatura oscura (brujas y vampirismo). Desde muy pequeño solía ver películas y leer libros; pasé muchos años leyendo cuentos de otros escritores y a su vez libros que profundizan los mitos como: el libro de Nod, la Biblia Satánica, el Evangelio de las brujas, el evangelio de Judas, la Biblia Católica, entre otros, partiendo de mi filosofía basada en que todo ser, para considerarse sabio, debe conocer el bien y el mal es decir, arma y escudo. Muchos cierran las puertas a otras sabidurías pero, al final, no es cuestión que los libros sean legítimos o creer que los vampiros y las brujas existen o no, sólo estimulo mi imaginación, adquiero todos los conocimientos posibles para crear historias diferentes que no pierdan la tradición de los vampiros que ha sido establecida por los seres humanos a través de los años. El mito varía según las culturas y me he familiarizado con todas para ser objetivo en mis historias. Lo cierto es que también he podido ver, sentir y escuchar más de lo que muchos desearían creer. Hay seres oscuros tan reales como la noche pero cada uno debe descifrarlo por sí mismo. En mi literatura también hay mensajes para los que abren sus ojos y oídos internos.
¿A que edad descubriste lo que te apasionaba y que te hizo pensar que era, precisamente, tu pasión?
Cuando era niño nunca me imaginé que sería escritor. Como muchos, pensé en otras profesiones como el Derecho. Lo cierto es que me gustaba mucho la música y desde los dieciséis escribía canciones en ingles y español (llenas de faltas de ortografía y una gramática terrible). Pienso que nunca me importó qué pensarían los demás en esos tiempos porque, a pesar de la inspiración, cuando escribía era algo que no pensaba hacer público. Está claro que no era algo nuevo, estaba conmigo desde que nací esperando la inspiración para despertar. Antes escribía largas cartas a mis ex novias, para dejar una parte de mí en ellas. La relación terminaba y perdía lo escrito, así que decidí empezar a conservar las inspiraciones y escribía poemas en lugar de cartas. Tenía un gran número de páginas sueltas y desordenadas que en una ocasión perdí y eso me creó un gran vacío. Pero aprendí del error y comencé a escribir en agendas, enumerando cada escrito y quién me lo inspiraba. En esas agendas ahora hay 663 poemas. Las he nombrado “Los cadáveres de mis musas” porque ahí duermen muchas inspiraciones que con el tiempo se van diluyendo y mueren; se va cuando cura la herida. Descubrí que era mi pasión y pude ir viendo una evolución artística que sólo llega con la práctica y la entrega mientras se escribe.


domingo, 2 de septiembre de 2012

¿Dejas siempre para mañana lo que puedes hacer hoy? Eres un procrastinador

Hace unos días leí en una de mis revistas favoritas (Redes para la ciencia, de Eduardo Punset), un articulo que me llamó especialmente la atención. Hablaba de un problema que padecemos muchísimas personas o, incluso, la mayoría de nosotros en algún momento de nuestra vida. Su nombre me resultó aún mucho más curioso -procrastinación. Se trata de la tendencia a postergar las actividades que tenemos que hacer provocándonos, siempre, algún tipo de perjuicio.

Todos hemos sido procrastinadores en algún momento de nuestra vida pero si lo convertimos en un hábito, los problemas que se derivan serán muy complicados de solucionar. La famosa frase: "no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy" no es más que el fiel reflejo de la conciencia que podemos llegar a tener de los actos que postergamos.

En la creatividad, el exceso de perfeccionismo nos puede llevar a actos de procrastinación ya que siempre creemos que podemos mejorar lo que estamos realizando y postergamos la finalización de nuestra obra llegando en muchos momentos, a abandonarla.